lunes, septiembre 7

jueves, julio 30

Marcando el norte: Rue du Bac 3/9



escribe aqui con buena ortografia

viernes, junio 5

domingo, abril 26

lunes, marzo 30

sábado, marzo 28

HIMNO LITURGICO

QUÉ TENGO YO QUE MI AMISTAD PROCURAS?

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!

¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!»

y ¡cuántas, hermosura soberana:
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana! Amén

sábado, marzo 21

REMEDIOS CONTRA EL PECADO

LA BOTICA DE LA ABUELA.

Hola nietos e hijos soy su Abuela, es decir, la Iglesia Católica que en sus XX siglos de existencia he decubierto y puesto en práctica varios remedios muy prácticos para evitar el pecado o lograr disminuirlo lo más posible en nuestra vida. Veamos algunos:

1- Ante todo cumplir aquello que aconseja el libro Santo: "Como de la serpiente venenosa tenémos que huír del pecado, porque si nos acercamos a él nos morderá y nos envenenará" Ecl 21,2.
2- Un remedio muy eficaz es la oración diaria, breve pero frecuente. Lo que la Iglesia llama jaculatorias o pequeñitas oraciones que se repiten muchas veces pidiendo la ayuda de Dios, de la Virgen, de los ángeles y santos.

3- Otro que ayuda mucho: pensar que Dios nos está viendo y escuchando y que un día nos tomará cuenta de todo lo que hemos hecho, dicho o pensado, para darnos por ello premio o castigo. Génesis 17,1
4- Huir de las ocasiones; esto jamás se recomendará lo suficiente.

5- Frecuentar los sacramentos de la Confesión (minimo mensual) y de la Comunión (diaria de poderse, dominical minimo).
6- Huir de toda amistad que lleve al pecado. Después de una mala costumbre, no hay nada peor ni más peligroso para una persona que la amistad con alguien que le hace pecar o le facilita el hacerlo. San Pablo decía: "Las malas amistades corrompen las buenas costumbres" I Co XV:38ss.

7. Pensar en lo que nos espera al final de la vida. La Muerte, el Juicio, el Infierno y el Paraíso. La S. Biblia en el libro del Eclesiástico dice: "Piensa en lo que te espera al final de tu vida y así evitarás muchos pecados".
8- Mortificación de los sentidos: "quien no se mortifica en lo lícito, tampoco se mortificará en lo ilícito". El sabio Antísines repetía: La santidad se obtiene privándose de todo placer indebido.

Y como ultimo remedio de tu Abue... que este post te recomienda tenemos:

9- Tener uan confiada devoción a la Virgen María. Lal experiencia ha demostrado que las personas más devotas de la Virgen Santísima conservan con mayor firmeza la virtud de la castidad, y evitan más las faltas.
10. Finalmente puedes aplicar lo que hizo uno de mis hijos Vicente de Paúl en Francia, se entregó en cuerpo y alma a la evangelización de los más pobres, superando así una crisis de fe y además alejando el pecado de su vida y de los que lo rodeaban.

Estos consejos te doy... porque tu Abuela sabia soy...

(Tomado de: El pecado, el enemigo más traicionero, sus peligros y consecuencias. Apostolado Bíblico Católico. P. G. G. SBD. Bogotá, DC. Dic. de 2000)

martes, febrero 4

Los cristianos en el mundo


"Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto. Su sistema doctrinal no ha sido inventado gracias al talento y especulación de hombres estudiosos, ni profesan, como otros, una enseñanza basada en autoridad de hombres. 
Viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho. 
Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida.Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo.Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida.Los.judíos los combaten como a extraños y los gentiles los persiguen, y, sin embargo, los mismos que los aborrecen no saben explicar el motivo de su enemistad. 
Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros del cuerpo; así también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo. El alma habita en el cuerpo, pero no procede del cuerpo; los cristianos viven en el mundo, pero no son del mundo. El alma invisible está encerrada en la cárcel del cuerpo visible; los cristianos viven visiblemente en el mundo, pero su religión es invisible. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido de ella agravio alguno, sólo porque le impide disfrutar de los placeres; también el mundo aborrece a los cristianos, sin haber recibido agravio de ellos, porque se oponen a sus placeres. 
El alma ama al cuerpo y a sus miembros, a pesar de que éste la aborrece; también los cristianos aman a los que los odian. El alma está encerrada en el cuerpo, pero es ella la que mantiene unido el cuerpo; también los cristianos se hallan retenidos en el mundo como en una cárcel, pero ellos son los que mantienen la trabazón del mundo. El alma inmortal habita en una tienda mortal; también los cristianos viven como peregrinos en moradas corruptibles, mientras esperan la incorrupción celestial. El alma se perfecciona con la mortificación en el comer y beber; también los cristianos, constantemente mortificados, se multiplican más y más. Tan importante es el puesto que Dios les ha asignado, del que no les es lícito desertar."
De la Carta a Diogneto (Cap. 5-6; Funk 1, 317-321)  
  
Oración 
Oh Dios, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, atrae hacia ti el corazón de tus fieles, para que siempre vivan a la luz de tu verdad los que han sido librados de las tinieblas del error. Por Jesucristo nuestro Señor.Amén. 

Tomado de: http://www.vatican.va/spirit/documents/spirit_20010522_diogneto_sp.html