martes, marzo 24

SANTUARIO SANTA ROSA DE CABAL (IV)

Nuestra Colombia:

Ahora démosle una mirada a nuestras tierras colombianas que también tienen dentro de su recorrido histórico un posible comienzo de estas devociones desde los Santuarios, sobre todo los marianos, y que se han extendido hasta nuestros días.

“En lo que respecta a nuestras tierras colombianas y suramericanas, Alonso de Ojeda llamado “el caballero de la Virgen”, desembarcó por primera vez en tierra firme a fines de 1509. De este Alonso de Ojeda afirma las Casas que “traía una imagen de nuestra Señora muy devota y maravillosamente pintada de Flandes, que el obispo Juan de Fonseca, que le quería mucho, le había donado, con la cual Ojeda tenía gran devoción, porque siempre fue devoto servidor de la Madre de Dios”, más adelante añade, luego de explicar cómo el conquistador llevaba en sus expediciones la imagen y hacía detenerse a la tropa para venerarla, al fin hizo fabricar una ermita, u oratorio para honrarla y hacerla honrar de los indígenas, “según él pudo hablarles, diciéndoles que aquella imagen santificaba a la Madre de Dios que estaba en el cielo, Dios y Señor del mundo, llamada Santa María de los hombres muy abogada… y fue muy admirable la devoción y reverencia que a la imagen, tuvieron desde adelante y cuán honrada tenía la Iglesia de paños hechos de algodón, cuán barrida y arreglada; yo vi la imagen puesta en el altar, la Iglesia u oratorio de madera dicha compuesta y adornada (Las Casas, Historia, Lib. II, c XL). Este modo de iniciar la evangelización, de los mismos conquistadores, empezando por la presentación a los nativos de imágenes cristianas, particularmente de nuestra Señora, fue sumamente eficaz en la siembra evangélica caracterizada por capillas y más tarde catedrales y Santuarios marianos. El primero de estos en tierra firme colombiana, hoy territorio panameño, fue Santa María la Antigua del Darién.

Las principales catedrales fueron surgiendo en honor de la “Purísima”, “Nuestra Señora de los Remedios” etc.5

Según la historia, los franciscanos fueron los primeros en desarrollar el sistema de las devociones, a través de las expediciones. Impulsaron por ejemplo la devoción a la “Purísima Concepción”. Más adelante fueron los Dominicos quienes realizarían el ejercicio y enseñanza del Santo Rosario. Bajo este nombre (Rosario) también hay bastantes Santuarios. Nos encontramos además con que la Candelaria, que es devoción que nos remite a la presentación del niño Jesús y purificación de nuestra Señora se propagó gracias a la tarea de los Agustinos. En Ráquira (Boyacá) encontramos precisamente un Santuario bajo esta advocación; así como lo encontramos en la Popa de Cartagena y la antigua catedral de Medellín.

Hemos de reafirmar que el Escapulario de la Virgen del Carmen y el Rosario siempre han sido signo devocional de nuestro pueblo colombiano. Además, dentro de la historia encontramos que esta práctica fue introducida por los mismos conquistadores, pero su difusión se iba dando desde aquellos monasterios coloniales bajo la conducción de las Carmelitas descalzas en los siguientes lugares: Santa fe, Villa de Leiva y Medellín. Los llamados carmelitas sólo vinieron al país en 1911.

Aporte: Robinsón Silva, CM.

lunes, marzo 2

SANTUARIO SANTA ROSA DE CABAL (III)

El marianismo de descubridores y conquistadores:

En esta parte de la investigación, me parece importante dar a conocer ese proceso que de alguna u otra forma ha contribuido a la expansión y creación de Santuarios a lo largo de nuestra historia; para ello hay que conocer principalmente el aporte o los pasos de quienes fueron conquistadores y colonizadores.

Esta “historia del descubrimiento, conquista, coloniaje, emancipación y vida republicana es pródiga en datos sobre una presencia calificada de piedad mariana en esta formidable obra de historia y cultura. Ya en la preparación zarpada y viaje de la primera tripulación descubridora con Cristóbal Colón al mundo, hay suficientes testimonios de profunda devoción mariana entre los expedicionarios. El admirante, en numerosos casos de su vida de descubridor, dio evidentes pruebas de su acendrada devoción a María Santísima. Desde luego, Colón invocó el auxilio de nuestra Señora de la Antigua en la Catedral de Sevilla antes de emprender su magna empresa, la que volvió de nuevo a poner bajo el patrocinio de nuestra Señora de la Rábida. Fray Bartolomé de las Casas menciona en su historia de las indias los actos devocionales marianos, sobre todo el canto de la Salve practicados por Colón y sus compañeros de viajes; igualmente la jaculatoria más repetida “Jesús cum María sit nobis salus in via” (Jesús con María estén con nosotros en el camino).

Las nomenclaturas marianas dadas desde el mismo Colón a los lugares que iba descubriendo, indicaban claramente su devoción…”

Pbro. GOMEZ O. Horacio. La Iglesia católica en Colombia. Secretariado permanente del episcopado colombiano – SPEC. 1986. Pg. 600.